domingo, 30 de agosto de 2009

bailando, me paso el día bailando

Quizás no todo el día bailando, pero casi.
Mi canción favorita, como la mayoría sabréis, es "El baile del pañuelo". Un hitazo rompepistas y rompeoídos difícil de mejorar. Yo la bailo con una servilleta en la mano o sin ella, sin complejos.
Aquí tenéis la prueba:

sábado, 29 de agosto de 2009

Grandes avances de la humanidad. Hoy: comer fruta

Hola, soy Celia, quizás me reconozcan por otras series como "Balancearse en la hamaca: diversión o deporte de riesgo" o "Disfrazarse de oso: fetichismo animal".
Hoy estoy aquí para protagonizar un nuevo capítulo de grandes avances de la humanidad, en concreto, la introducción a la fruta vía red antiahogo.
Como pueden ver en este video, una vez detectado el objetivo (la fruta) no dudo un segundo en abalanzarme sobre ella cual tigre sobre un tigretón, utilizando mis fauces (en concreto dos fauces en la parte de abajo) para devorar a la presa sin que tenga tiempo de pedir auxilio al resto de sus compañeros (bananos y manzanas golden).
La violencia es tan extrema, tan cruda es la naturaleza, que recomendamos no ver las imágenes a las personas más sensibles.
Un saludo y hasta el siguiente programa desde el corazón de la amazonia, de la reportera más intrepida a este lado del pacífico.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Haciendo el Vito Corleone

Así es como mis padres llaman a esta forma tan curiosa que tengo de expresarme. Dicen "mira, ya está haciendo del padrino, Vito Corleone", y se ríen. Yo no lo entiendo.

martes, 25 de agosto de 2009

la técnica del balanceo

Por ir rellenando vídeos de los meses en los que esto estaba parado, esto ya lo hacía allá por mayo.
Es todo cuestión de técnica:

lunes, 24 de agosto de 2009

Solamente puedo decir, gracias por veeeniiiiiiiirrrrrr

Sólo quería agradeceros a todos los que habéis preguntado por el blog y me habéis dado vuestra opinión. Y a los que no, pues también. (Este es un texto que nunca ganará un premio Pulitzer ni aparecerá en el Qué me dices, ¿a que sorprende?)
Han pasado una infinidad de cosas desde que escribí la última vez, pero sobretodo una: me hice mayor. Ahora tengo otras aficiones (en realidad no, era para hacerme la interesante), tengo nuevos amigos (el último es mi osito Madariaga) y en mi vida ocurren otras cosas (como en cuchara, que es más complicado de lo que parece). Pero sigo riéndome con desconocidos y queriendo caminar.
¡Ah! Y casi se me olvida: ¡bailo el baile del pañuelo! (teléfono de quejas: 123 45 67)
Así soy ahora:







¡Bienvenidos a la segunda temporada de mi vida!